Nueva York.– Moody’s Ratings (Moody’s) anunció hoy que ha elevado las calificaciones de emisor y de deuda senior no garantizada, tanto en moneda local como extranjera, del Gobierno de la República Dominicana de Ba3 a Ba2. Asimismo, la perspectiva se modificó de positiva a estable.

La mejora refleja las altas tasas de crecimiento sostenido y la diversificación económica de la República Dominicana, que fortalecen los niveles de ingreso y la solidez económica general. Estos avances, junto con mejoras recientes en la calidad institucional y en los marcos de política pública, unidas a un historial de estabilidad política y cohesión social, refuerzan la capacidad del país para enfrentar choques externos. La posición externa también ha mejorado, respaldada por una sólida inversión extranjera directa, mayores ingresos por turismo y un constante flujo de remesas, que mitigan la exposición del país a riesgos externos.

La perspectiva estable equilibra estas fortalezas crediticias con desafíos fiscales estructurales, incluidos una base tributaria reducida, baja capacidad de pago de la deuda y alta exposición a deuda en moneda extranjera. Aunque se espera que el Gobierno continúe avanzando gradualmente en la mejora de la recaudación mediante medidas administrativas y reformas fiscales, las limitaciones fiscales seguirán restringiendo el perfil crediticio soberano en el nivel Ba2 en el corto y mediano plazo.

El techo en moneda local se elevó de Baa3 a Baa2, tres escalones por encima de la calificación soberana, reflejando una economía diversificada, una moderada participación estatal en la actividad económica, instituciones con confiabilidad promedio, bajo riesgo político y desequilibrios externos relativamente contenidos. El techo en moneda extranjera se incrementó de Ba1 a Baa3, un escalón por debajo del techo en moneda local, debido al nivel moderado de endeudamiento externo, la apertura de la cuenta de capital y una efectividad de políticas históricamente menor.

Justificación de la mejora a Ba2

El perfil crediticio soberano de la República Dominicana se ha fortalecido significativamente gracias a la combinación de altas tasas de crecimiento económico a largo plazo, que elevan los ingresos, y una diversificación sectorial continua, junto con el fortalecimiento del marco institucional.

Durante los últimos 15 años, el crecimiento económico promedió cerca del 5 % anual, acompañado de un incremento notable en el ingreso per cápita. Esto responde a una trayectoria de estabilidad macroeconómica, reformas estructurales y diversificación productiva. El turismo ha sido, y sigue siendo, un motor dinámico de crecimiento, atrayendo elevados niveles de inversión nacional y extranjera, con perspectivas de seguir diversificándose geográficamente y a lo largo de la cadena de valor.

Desde 2020, las instituciones dominicanas se han fortalecido, lo que se refleja en la mayor calidad de las instituciones legislativas y ejecutivas, así como en la fortaleza de la sociedad civil y el poder judicial. Las medidas adoptadas por el Gobierno han buscado aumentar la eficiencia, transparencia y rendición de cuentas del sector público, mejorando la efectividad gubernamental. Estas incluyen:

Reformas constitucionales que refuerzan los límites a los mandatos presidenciales,

Reformas administrativas que consolidan agencias y optimizan instituciones, y

-Implementación de una Ley de Responsabilidad Fiscal, que establece reglas claras para controlar el gasto público y los déficits fiscales.

Asimismo, el Gobierno ha profundizado los mercados de capitales locales y mejorado de manera significativa la regulación del sistema bancario.

La alta cohesión política y social y la baja polarización brindan soporte adicional al perfil crediticio soberano. Esta estabilidad política, superior a la de los países con calificación Ba en la región, permite atraer inversión extranjera, mayores ingresos por turismo y un flujo constante de remesas, fortaleciendo las reservas internacionales y reduciendo la vulnerabilidad a riesgos externos.

Justificación de la perspectiva estable

La perspectiva estable refleja el equilibrio entre las fortalezas señaladas y una posición fiscal relativamente débil. Aunque se han registrado mejoras en el déficit y las tendencias de deuda desde la pandemia, persisten retos estructurales relacionados con una baja recaudación y una elevada proporción de deuda en moneda extranjera, factores que debilitan la asequibilidad de la deuda en comparación con países con calificación similar.

Se prevé que el déficit fiscal del Gobierno general sea de alrededor de 3.2 % del PIB en 2025 y cercano a 3.0 % en los años siguientes, lo que permitiría estabilizar la deuda en torno al 48 % del PIB en los próximos dos años. Sin embargo, con ingresos equivalentes al 16 % del PIB, la República Dominicana presenta uno de los niveles de recaudación más bajos entre sus pares (mediana del 28 %). Sin reformas tributarias de gran alcance, esta baja recaudación continuará limitando el margen fiscal.

La asequibilidad de la deuda es débil y la alta proporción de endeudamiento en moneda extranjera expone las cuentas públicas a riesgos cambiarios. En 2024, los pagos de intereses representaron 21 % de los ingresos del Gobierno, casi el doble de la mediana de los países con calificación Ba y aproximadamente el 66 % de la deuda estaba denominada en moneda extranjera. Aunque se espera que el Gobierno priorice emisiones de deuda en moneda local y mejore la recaudación mediante medidas administrativas y reformas tributarias, la asequibilidad de la deuda probablemente seguirá siendo significativamente más baja que la de sus pares, lo que limita la calificación en el nivel Ba2 en el corto y mediano plazo.

Consideraciones ESG

El Puntaje de Impacto Crediticio ESG (CIS-4) de la República Dominicana indica que la calificación es menor a lo que sería en ausencia de exposiciones a riesgos ESG. Esto refleja principalmente la alta exposición a riesgos ambientales, especialmente aquellos vinculados a riesgos físicos derivados del cambio climático.

Resumen de las minutas del Comité de Calificación

– PIB per cápita (PPA, US$): 29,150 (2024)

* Crecimiento del PIB real (%): 5% (2024)

* Inflación (IPC, % dic/dic): 3.3% (2024)

* Balance fiscal/PIB: -3% (2024)

* Cuenta corriente/PIB: -3.4% (2024)

* Deuda externa/PIB: 44.2% (2024)

* Resiliencia económica: baa2

* Historial de incumplimiento: Al menos un evento de incumplimiento (en bonos y/o préstamos) registrado desde 1983.

En la reunión del 29 de julio de 2025, el comité de calificación discutió la situación de la República Dominicana. Los principales puntos fueron:

– Los fundamentos económicos del emisor no han cambiado de forma material.

La fortaleza institucional y de gobernanza ha mejorado significativamente.

* La fortaleza fiscal y financiera, incluido el perfil de deuda, no ha cambiado de forma material.

* La susceptibilidad a riesgos de eventos se mantiene sin cambios relevantes.

Factores que podrían llevar a una mejora o degradación de la calificación:

– Mejora:Podría ocurrir si mejora la asequibilidad de la deuda y disminuye la exposición a deuda en moneda extranjera. Una mayor capacidad de pago respaldada por mayores ingresos, producto de reformas tributarias amplias, fortalecería la posición fiscal y el perfil crediticio soberano.

– Degradación: Podría producirse si el crecimiento económico es menor al previsto de forma sostenida o si las perspectivas fiscales se deterioran significativamente. La calificación enfrentaría presión a la baja si el Gobierno se aparta de sus planes de consolidación fiscal, incrementando materialmente la deuda pública. Un deterioro de las cuentas externas, como un déficit persistente en cuenta corriente o una reducción sostenida de las reservas internacionales, también presionaría la calificación soberana.

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