Nueva Orleans refuerza la seguridad mientras se aproxima el Super Bowl, aunque persisten inquietudes

A medida que Nueva Orleans se prepara para iniciar su vibrante temporada de Carnaval esta semana, la ciudad ha solicitado asistencia federal para evitar que se repita el trágico atropello ocurrido con un camión el Día de Año Nuevo, que dejó un saldo de 14 personas fallecidas.

El presidente Joe Biden tiene programada una visita a la ciudad este lunes, donde escuchará de primera mano a la alcaldesa LaToya Cantrell y a otros funcionarios locales sobre las posibles medidas que Washington podría tomar, incluyendo un incremento en el nivel de seguridad federal para proteger el famoso Carnaval de Nueva Orleans, conocido como Mardi Gras.

El ataque de Año Nuevo ocurrió en medio de una temporada de gran actividad en la ciudad. En ese momento, miles de personas seguían celebrando en Bourbon Street, mientras se desarrollaba el Allstate Sugar Bowl, que posteriormente fue suspendido. La ciudad también se encontraba en plena preparación para el Carnaval, que incluye semanas de desfiles, actuaciones y fiestas que comienzan este lunes. Además, en febrero se celebrará el Super Bowl LIX, uno de los eventos deportivos más esperados del año en los Estados Unidos.

Se prevé que todos estos eventos atraigan a numerosos visitantes de todo el país. Los negocios locales, especialmente los restaurantes y hoteles, se están preparando para recibir a miles de turistas con promociones y actividades especiales.

Sin embargo, esta afluencia de personas también presenta un reto en términos de seguridad, un tema que las autoridades están tomando muy en serio, ya que surgen dudas sobre cómo se llevó a cabo el ataque y si pudo haberse evitado.

Poco después del ataque, el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, declaró el estado de emergencia y emitió un decreto que permite a Nueva Orleans desplegar recursos adicionales para prepararse para recibir a “cientos de miles de visitantes” en las semanas previas al Super Bowl y Mardi Gras.

“Es necesaria una coordinación y seguridad ampliada para proteger las zonas cercanas a los eventos y garantizar la seguridad pública frente a las amenazas asociadas a estos eventos”, señaló Landry en su decreto.

El domingo, la alcaldesa Cantrell informó que la ciudad había solicitado apoyo federal para que un experto en tácticas de seguridad evaluara el mapa urbano y detectara posibles puntos vulnerables que pudieran ser blanco de ataques o que necesitaran reforzarse. Las autoridades también pedirán a este experto que determine si las barreras y otros dispositivos de seguridad existentes son suficientes, especialmente después de que el atacante lograra evadir una barrera policial al conducir su camioneta por la acera.

“Si no son suficientes, ¿cómo, qué y dónde debemos colocarlas?”, preguntó Cantrell. “Es un trabajo en progreso, pero estamos comprometidos a hacer todo lo necesario para garantizar la seguridad pública.”

Además, Cantrell indicó que había solicitado que Mardi Gras fuera elevado en el nivel de seguridad federal, de SEAR 2 a SEAR 1, una medida que había estado promoviendo durante años.

El sistema de clasificación de la Calificación de Evaluación de Eventos Especiales (SEAR) es de cinco niveles y determina si un evento requiere apoyo de seguridad federal, como equipos de inteligencia, seguridad aérea, perros detectores de explosivos y más. El Super Bowl ha sido designado como SEAR 1, el nivel más alto, reservado para eventos de importancia nacional o internacional que requieren un apoyo de seguridad extensivo.

Cantrell tiene previsto discutir este asunto con el presidente Biden durante su visita a Nueva Orleans el lunes, que incluirá una parada en el lugar del ataque, según el medio WDSU, afiliado a CNN.

La Policía de Nueva Orleans también ha intensificado sus medidas de seguridad, asegurando que tienen un “plan integral” para el primer desfile programado para este lunes y para los eventos subsiguientes.

“Estamos reforzando nuestros objetivos y ubicando recursos estratégicamente para garantizar que el evento sea seguro y agradable para todos”, comentó un portavoz de la Policía en un comunicado el domingo. “Aunque no podemos revelar detalles operativos específicos, queremos asegurarle al público que estamos completamente preparados y trabajando estrechamente con nuestros socios para crear un ambiente seguro.”

Las barreras viales
Una de las principales áreas de investigación sobre el ataque de Año Nuevo será la falta de barreras de seguridad fuertes para proteger a los asistentes en el ajetreado Barrio Francés de la ciudad.

El tema había sido señalado años antes, cuando una empresa consultora de seguridad privada advirtió en un informe de 2019 que el riesgo de un ataque terrorista en el Barrio Francés, particularmente en forma de tiroteos masivos o embestidas con vehículos, era “altamente posible, aunque moderadamente probable”.

El informe recomendaba “encarecidamente” que se instalaran y mejoraran inmediatamente las estructuras de seguridad, conocidas como bolardos, que son postes verticales que pueden ser elevados y retirados según sea necesario.

Hace solo un mes, el Departamento de Seguridad Nacional y el FBI emitieron alertas a las fuerzas del orden sobre la amenaza de violencia por parte de delincuentes solitarios durante las festividades, así como el posible uso de vehículos como armas, según dos memorandos internos obtenidos por CNN.

Sin embargo, el 31 de diciembre no se contaba con bolardos robustos en el Barrio Francés; estos estaban en reparación y se planeaba instalar nuevos antes del Super Bowl. Aunque Nueva Orleans tenía barreras temporales que podrían haber cerrado el acceso a Bourbon Street, se decidió no usarlas, según una fuente familiarizada con el informe. En su lugar, se utilizó un solo coche patrulla para bloquear la calle durante la noche de Año Nuevo.

La superintendenta de Policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, aseguró no haber tenido conocimiento de que la ciudad disponía de estos dispositivos de seguridad, los cuales ya han sido instalados.

“Hemos recibido mensajes contradictorios internamente respecto a cuándo se adjudicó el trabajo para los bolardos y cuándo deberían haberse implementado”, dijo el concejal de la ciudad Jean-Paul Morrell el viernes a CNN. “Sé que, desde mi posición como presidente entrante del Consejo, realizaremos una investigación exhaustiva en las próximas semanas para aclarar este asunto.”